Episodio SEIS: EXPECTATIVAS
Los boludos asumimos rápidamente las expectativas ajenas
Hay una cosa que nos sale bastante natural a los boludos y es asumir como propias las expectativas ajenas. Si, ya sé. Se te escapó una sonrisa al leerlo y estuviste casi a punto de levantar la mano como diciendo: "acá estoy. Éste soy yo." Y eso está muy bien porque quiere decir que vamos creciendo juntos en esto de ser boludos conscientes.
Es que hay algo que se activa en cada una y cada uno de nosotros cuando iniciamos un vínculo ya sea familiar, de pareja, de amistad, u otro que se te venga a la cabeza en este momento. Y es que sentimos la necesidad de complacerlos cumpliendo o satisfaciendo sus expectativas.
De alguna manera porque creemos que es la condición para obtener la aprobación del otro y la garantía de perdurabilidad de nuestros vínculos. Estar a merced y cumplir las expectativas de las y los demás. Y como ya hemos dicho en anteriores oportunidades, a los boludos y boludas se nos hace fácil perdernos en esa que creemos una noble tarea.
Porque al intentar satisfacer expectativas ajenas nos volvemos inseguros, y hasta un poco dependientes de ese otro. Olvidamos lo que nosotros mismos esperamos de esa relación y nuestras propias expectativas pasan a un segundo plano. O, peor aún, quedan stand by, relegadas y aunque, anuladas. Y nos corre el fantasma de la "meritocracia". Necesitamos merecernos ese amor, y para eso debemos complacer al otro a cualquier precio.
Y el peligro de todo esto es la dependencia emocional. Quizás no de la persona en sí, pero si de ese vinculo que estamos construyendo y que estamos sosteniendo. Y entonces la tarea se hace difícil. Se nos pierde el disfrute, el goce de estar y ser con otros y se nos desdibuja la posibilidad de la reciprocidad.
Además seguramente alguna vez escuchaste a alguien decir "yo no espero nada de nadie" ó "yo no pongo expectativas sobre las demás personas". Cosa que a simple vista nos suena bello y liberador pero que es, al menos desde el punto de vista de este humilde boludo en proyecto de escritor, una gran falacia.
Porque no esperar cosas de las personas que entran a nuestra vida es no esperar que algo nos cambie, nos transforme. Y todos y todas esperamos establecer vínculos que nos ayuden a ser mejores personas. Que nos den lugar, que nos cobijen, que no sostengan. Y que a nosotros y nosotras también nos permitan hacerlo.
Expectar es estar atento/atenta a lo que sucede y en mayor o menor medida, dejar que nos sorprenda. El problema es cuando esa expectativa se vuelve "condición para", cuando esperamos del otro que suceda lo que nosotros deseamos, tal y como lo estamos esperando.
Pues bien, si te encontrás en ese embrollo en este momento. Te voy dando la bienvenida a un nuevo fracaso en los vínculos con las y los demás. No es de ortiva (aunque confieso que me sale muy fácil serlo) es para ayudarnos a entender que si queremos que algo suceda, debemos ser capaces de pedirlo. De ponerle palabras. Y de bancar la respuesta. Porque no es garantía 100% de satisfacción. Y si eso no sucede, ahí estaremos como buenos boludos y boludas, listos para empezar de nuevo.
Siii!! Es así, y te pasa cdo cortas el vínculo que decís, después de haberlo masticado mucho, ya no voy a esperar nada de nadie, ya no voy a dejarme para lo ultimo. Primero estoy yo. Hasta que conocemos a alguien nuevo, y ahí vamos... jajaja. De todas formas reconozco que cada vez eso va mejorando y ya la expectativa hacia el otro no está tan fuerte, analizo mucho si la decepción por X motivo es culpa mía o del otro...
ResponderEliminarY es una de las grandes boludeces que hacemos: repetir patrones. Cómo nos cuesta a los bolud@s aprender de nuestros propios errores, no?
EliminarSiii amigo es así y lo voy mejorando día a día. Me puse fría. Analizo todo.. no le creo nada a los boluuu y además ahora pienso en mí!!!
ResponderEliminarNo partir del apriori "no has de abrir tu corazón" (analogía con Elsa de Frozen) pero confiar siempre en nuestra intuición como herramienta para ser "menos bolud@s" a la hora de darnos a otros.
Eliminar